Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades

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Secretaría de Salud

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Trastornos de la conducta alimentaria

De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales 2013, la prevalencia de mujeres con anorexia era de 0.4% y de 1.5% en caso de bulimia, mientras que por atracón se presentaba en 3% de las personas. Hay datos de la Secretaría de Salud del 2017 respecto a que cada año se observan 20 mil casos de trastornos de la conducta alimentaria en hombres y mujeres, en México. En 2019, un estudio realizado a nivel mundial arrojó que 13.6 millones de personas habían presentado un trastorno de la conducta alimentaria.

En la prevalencia de conductas alimentarias de riesgo en adolescentes mexicanos de la Ensanut Continua 2022, el 1.6% de los adolescentes en el país están en riesgo alto de tener un trastorno de la conducta alimentaria (2% mujeres y 1.2% hombres). De acuerdo con los datos de adolescentes de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, las y los jóvenes reportaron haber tenido por lo menos una vez en los últimos tres meses diversas conductas: 45.7% dijo haber comido demasiado, 35% se preocupó por engordar, y 23.4% perdió el control sobre lo que ingiere. Otro 11.5% respondió haber practicado ejercicio en exceso para tratar de bajar de peso; 14.2% llevar a cabo dietas y uno por ciento usar pastillas, diuréticos y laxantes. El riesgo entre los adolescentes de zonas urbanas crece hasta 2.1%, mientras que en áreas metropolitanas 1.8%.

En el Estado de México para el 2021 la mayor parte de los adolescentes de 12 a 14 años, no presentan riesgo de trastorno alimentario, sin embargo, existe un porcentaje de adolescentes que presentan insatisfacción corporal y actitudes alimentarias de riesgo; aunque ninguno rebasó el nivel alto de riesgo de conductas alimentarias de trastorno alimentario.

La insatisfacción corporal es el factor de riesgo para trastornos alimentarios que se presentó con mayor frecuencia en este estudio, está insatisfacción se relaciona en mayor medida con actitudes alimentarias como preocupación por el peso y restricción alimentaria en estos adolescentes; y en menor medida con las características de bulimia.

En cuanto a la edad de los participantes (12-14 años) es importante señalar que en la adolescencia temprana el riesgo de trastorno alimentario es incipiente, aunque ya empieza a mostrarse la insatisfacción corporal. Descartando así la importancia de atender este rango de edad antes de que el riesgo evolucione hasta completar el diagnóstico clínico de alguno de los trastornos alimentarios. Lo que muestra la relevancia de actuar a nivel de promoción de la salud integral, prevención de los trastornos alimentarios y prevención de la obesidad desde la adolescencia temprana y en ambientes escolares, comunitarios y de primer nivel de atención.

 

La gráfica muestra la evolución de los casos de enfermedades infecciosas y bacterianas del aparato digestivo en el Estado de México, desglosada por género (hombres y mujeres), durante los años 2020 a 2023, siendo notorio el incremento de las enfermedades bacterianas en el año 2023.

La gráfica muestra la evolución de los casos de enfermedades por parásitos del aparato digestivo en el Estado de México, desglosada por género (hombres y mujeres), durante los años 2020 a 2023, siendo notorio el incremento de enfermedades parasitarias en el año 2023.

La gráfica muestra la evolución de los casos de enfermedades que pueden ser ocasionadas por virus (Norovirus y Hepatitis), del aparato digestivo en el Estado de México, desglosada por género (hombres y mujeres), durante los años 2020 a 2023, siendo notorio el incremento de enfermedades por virus en el año 2023.

En México para el 2022, el tumor cerebral es la segunda causa de cáncer en la población pediátrica, después de la leucemia. En adultos, este tipo de neoplasia generalmente se presenta cuando otro tumor hace metástasis. La detección temprana de un tumor cerebral permitirá determinar el tratamiento adecuado con lo que se garantiza un mejor pronóstico y calidad de vida.

Los tumores cerebrales son la segunda causa más frecuente de neoplasias en los pacientes pediátricos de 0 a 17 años, después de la leucemia, como tumores primarios, es decir, los tumores formados a partir del tejido neuroepitelial o propios del encéfalo. En tanto, en adultos, la mayor frecuencia de tumores cerebrales o del Sistema Nervioso central son tumores secundarios, es decir, originados de otros órganos, los cuales migran y son llamados metástasis.

En la población pediátrica, los tumores del sistema nervioso central más frecuentes son los tumores que surgen de los tejidos cerebrales y la médula espinal. Y en los adultos, los tumores secundarios son ligeramente más frecuentes que los primarios, dentro de las metástasis, los más comunes son originados del cáncer en el pulmón, la mama, el riñón, en el sistema gastrointestinal, la piel o el testículo, ya que son algunos de los tipos más frecuentes de cáncer en población no pediátrica.

De acuerdo con su tasa de crecimiento, se clasifican por grados, 1, 2, 3 y 4, siendo el 4 el más peligroso por la rapidez con la que alcanza volumen. El contar con el diagnóstico y la clasificación del tumor, permite ofrecer tanto el tratamiento como el pronóstico de manera más oportuna. La denominación de benigno, se da cuando tienen un crecimiento lento, generalmente no invaden o destruyen tejido cerebral o vasos o nervios contiguos debido a que presentan una cápsula y cuando se realiza una cirugía y se quita en su totalidad en ocasiones ya nunca vuelven a crecer.

Respecto a los malignos su crecimiento es muy rápido es decir su índice de división celular es muy acelerado, crecen en forma difusa y desproporcionada con la capacidad de invadir o destruir tejidos adyacentes y dentro del sistema nervioso hay tumores que pueden diseminarse a otra región del cerebro y médula espinal llamado siembras.