Día Mundial de la Lepra
Día Mundial de la Lepra tiene lugar el 26 de Enero de 2025. La lepra es una enfermedad infecciosa, de nula transmisibilidad cuando está debidamente tratada, aunque los pacientes que no reciben tratamiento sí constituyen una fuente de contagio, debido a la reacción inmune a alguna de las bacterias.
La bacteria Mycobacterium leprae fue descubierta en 1874 por el médico noruego Gerhard Armauer Hansen, debido a lo cual se lo denomina bacilo de Hansen. Mycobacterium lepromatosis es una bacteria que fue identificada en el año 2008 en la Universidad de Texas.
En tiempos antiguos, una enfermedad envolvía a comunidades pobres y marginadas en un misterioso temor. La lepra, también conocida como Enfermedad de Hansen, ha afectado a más de mil millones de personas en todo el mundo, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. Es una enfermedad causada por bacterias que se multiplican muy lentamente en el cuerpo y se transmite principalmente a través del contacto cercano y prolongado con personas no tratadas que están infectadas, principalmente mediante la exposición a fluidos de la nariz y la boca.
Signos y Síntomas: Los síntomas de esta enfermedad pueden mostrarse en un año, pero a veces tardan hasta 20 años o incluso más en aparecer. La enfermedad afecta principalmente la piel, los nervios de la parte externa del cuerpo, la parte interna de la nariz y la garganta, así como los ojos. Algunos signos incluyen áreas en la piel que pueden ser más claras o rojas y que han perdido la capacidad de sentir. Daño en los nervios de las manos, los pies o la cara, haciendo que estas partes pierdan sensibilidad y movimiento.
En diferentes entidades de México aún se presentan casos activos y nuevos de lepra; hay estados donde su presencia es mayor: Sinaloa, Michoacán, Nayarit, Nuevo León y Guerrero concentran 60 por ciento, de acuerdo con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades. A ellos se suman otros: Zacatecas, Coahuila, Campeche, Yucatán, Durango, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México (Tlalpan, Xochimilco), Colima y Jalisco.
Por lo anterior, debemos enfocarnos en ellos sin importar si se trata de regiones apartadas; es necesario llevar tratamientos a los pacientes e información para las poblaciones. La lepra existe; es un hecho que no se ha eliminado, ni se eliminará mientras se ignore. Por ello se requieren campañas de concientización para explicar a la sociedad que se trata de un padecimiento curable como cualquier otra enfermedad infecciosa, agrega.
Una vez recibido el tratamiento, el paciente puede llevar una vida normal. Lo ideal sería que, si no se erradica, que sean mínimos los casos que se detecten; a las personas que están en contacto con los enfermos hay que darles tratamiento preventivo. Eso ayudará a controlar ese mal, sobre todo en ciertas zonas de nuestro país.
Con motivo del Día Mundial contra la Lepra –que a partir de 1954 se conmemora el último domingo de enero–, no se ha eliminado porque impacta a poblaciones marginadas y pobres, es endémica y no epidémica, y por el surgimiento de otros padecimientos que tienen prioridad, como la COVID-19.
De acuerdo con el Instituto de Salud para el Bienestar (2022), en 24 países del continente americano se reportan casos, algunos con más de 100 por año, indican datos de la Organización Panamericana de la Salud. Entre esas naciones están: Argentina, Colombia, Cuba, México, Paraguay, República Dominicana, Venezuela y Brasil. Este último concentra 94% de los casos de la región.
En la Organización Mundial de la Salud se aspira a que haya un infectado por cada 10,000 habitantes. Hay situaciones en que, en efecto, es mínima la población afectada, pero hay regiones que tienen más casos de los que deberían registrarse.
La lepra, es producida por la bacteria Mycobacterium leprae, de replicación lenta; se trata de una enfermedad infecciosa que puede tardar varios años, de 5 a 20 años en manifestarse. Aunque su incidencia es baja, es un padecimiento que se olvida, a pesar de que produce estigma y discriminación para la persona enferma. Ese ha sido un problema que han enfrentado los pacientes con lepra durante la historia de la humanidad.
En los tiempos bíblicos debían traer consigo una campana y hacerla sonar para avisar al resto de la población que iban a pasar, a fin de que se alejaran. Luego se establecieron leprosarios donde se abandonaba a los pacientes a su suerte, en condiciones infrahumanas, donde se enfrentaban a las deformaciones que genera la enfermedad, sin recibir ayuda, rememora la especialista. Aún hoy, cuando hablamos de un paciente con lepra lo imaginamos completamente deformado, y eso ocasiona que las familias oculten a los enfermos.
Hay estadísticas que indican que la lepra impacta más a hombres que a mujeres, en una proporción de dos a uno; como es una infección de un periodo largo, se registra en adultos jóvenes, aunque las deformaciones se manifiestan en edades más avanzadas.
El mecanismo de trasmisión de la bacteria no está bien definido; se cree que se presenta cuando una persona inhala gotas de saliva de alguien infectado y al estar en contacto directo y prolongado con el enfermo. Aun así “existe una susceptibilidad de huésped, porque puede haber 10 personas en las mismas condiciones y no todas se infectan, sino las más susceptibles”.
Los síntomas tampoco son claros y por ello se dificulta el diagnóstico. Una señal puede ser cualquier lesión dermatológica que aparece como única, hipopigmentada (más blanca que el resto de la piel) o rojiza, con bordes elevados, etcétera. No obstante, “la clave está en la pérdida de sensibilidad en la región donde aparece esa mancha y en los márgenes que la rodean”.
Por ello, el médico debe estar atento a la aparición de cualquier tipo de mancha en el tronco, manos, nalgas o cara; observarla y preguntarle al paciente si siente el contacto del objeto mediante el cual se realiza la exploración. Si no es así, podría ser un indicio de lepra. A partir de esa sospecha se realizan estudios para establecer un diagnóstico correcto: clínico, histopatología (análisis del tejido), baciloscopia y de reacción inmune (lepromina), entre otros.
Al ser curable es importante tratarla a tiempo con poliquimioterapia (es decir, tres medicamentos: clofazimina, dapsona y rifampicina) durante aproximadamente un año y medio, o hasta que se compruebe que la bacteria se eliminó. La meta es evitar deformaciones o incapacidades de la persona debido a la destrucción de tejido, reabsorción de hueso, o reacción inflamatoria a consecuencia de la respuesta inmune al tratar de destruir al bacilo.
El Día Mundial contra la Lepra tiene el objetivo de crear conciencia sobre la enfermedad descubierta en 1873 por el médico noruego Gerhard A. Hansen, y reducir el estigma contra quienes la padecen.
Fuente:
- Universidad Nacional Autónoma de Mexico (UNAM) https://unamglobal.unam.mx/global_revista/lepra-enfermedad-ignorada/