Día Mundial de la Seguridad del Paciente
El 17 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para crear conciencia y promover acciones que garanticen la seguridad de las y los pacientes en todos los niveles de atención. En 2025, la campaña pone el foco en la población pediátrica y neonatal con el tema “Atención segura para cada recién nacido y cada niño” bajo el lema “¡Seguridad del paciente desde el principio!”, subrayando la vulnerabilidad de las y los recién nacidos, niñas y niños ante los riesgos de una atención insegura. Esta fecha busca crear conciencia y compromiso a nivel mundial para reducir los riesgos en la atención de la salud. No es un asunto menor: se estima que alrededor de 1 de cada 10 pacientes sufre algún daño durante su atención, lo que se traduce en millones de personas afectadas y más de 3 millones de fallecimientos cada año a causa de una atención poco segura. Lo más importante, hasta la mitad de estos eventos adversos son prevenibles mediante buenas prácticas y sistemas sanitarios enfocados en la seguridad (1). En otras palabras, mejorar la seguridad del paciente salva vidas y evita sufrimientos innecesarios, por lo que este Día Mundial nos invita a todos –personal de salud, autoridades y comunidad– a actuar de forma colectiva para reducir los riesgos en hospitales y clínicas.
En México, las infecciones asociadas a la atención de la salud (IAAS) representan un desafío significativo para el sistema sanitario, afectando a las y los pacientes, visitantes e incluso al personal de salud. Estas infecciones –que se adquieren durante la estancia o el proceso de atención médica– merman la calidad de vida de los pacientes, prolongan las estancias hospitalarias y contribuyen a la resistencia a los antimicrobianos, además de elevar la mortalidad. Cada caso de IAAS implica tratamientos adicionales, aislamiento preventivo y uso prolongado de recursos hospitalarios, lo que también supone un alto costo tanto para las familias como para las instituciones de salud. La buena noticia es que la mayoría de estas infecciones son prevenibles si se aplican medidas adecuadas de control y prevención (2). De hecho, identificar y mitigar los factores de riesgo en el entorno hospitalario puede evitar un gran número de IAAS, reduciendo así el daño a las y los pacientes y las cargas para el sistema sanitario.
El último Panorama Epidemiológico de las IAAS (marzo de 2025) de la Dirección General de Epidemiología aporta datos claros sobre la magnitud de este problema y cuáles son las infecciones hospitalarias más comunes. Entre enero y marzo de 2025 se notificaron 30,273 IAAS en todo el país, reflejando la importancia de reforzar las prácticas de seguridad en los hospitales. Las IAAS más frecuentes reportadas en ese periodo fueron: Neumonía asociada a ventilador mecánico (NAV) – 4,421 casos registrados; Infección de vías urinarias asociada a catéter urinario (IVU-CU) – 3,667 casos; Infección del torrente sanguíneo relacionada a catéter central (ITS-CC) – 3,274 casos (3).
Estas infecciones encabezan la lista a nivel nacional, seguidas de cerca por las infecciones de sitios quirúrgicos (incisionales) y otras complicaciones nosocomiales. Las cifras demuestran que aproximadamente 1 de cada 10 de personas pacientes hospitalizadas contrae una infección asociada a la atención, proporción que puede elevarse hasta un 30% en las unidades de terapia intensiva (2). Ante esta realidad, es fundamental redoblar esfuerzos en la prevención de IAAS a través de protocolos de asepsia, vigilancia epidemiológica y capacitación continua del personal de salud.
Realizar diagnósticos clínicos y microbiológicos precisos es otro pilar crítico para la seguridad de la y el paciente. Un diagnóstico correcto y oportuno puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, especialmente en el contexto de las IAAS y otras complicaciones hospitalarias. Según la OMS, los errores de diagnóstico (ya sea por diagnósticos equivocados, tardíos o no realizados) contribuyen aproximadamente al 16% del daño prevenible en los sistemas de salud. En la práctica, esto significa que la mayoría de las personas enfrentará al menos un error diagnóstico en su vida, con potenciales consecuencias negativas (4). Por ello, se insiste en fortalecer la capacidad diagnóstica: disponer de laboratorios clínicos eficientes, herramientas para identificar con rapidez el microorganismo causante de la infección, y personal capacitado para interpretar resultados. Un diagnóstico certero y temprano, respaldado por pruebas de laboratorio, permite instaurar el tratamiento adecuado desde el primer momento, lo que reduce la mortalidad y previene complicaciones como la resistencia a los antibióticos (2). En resumen, diagnosticar bien y a tiempo es una de las medidas más efectivas para mejorar la seguridad del paciente, evitando tratamientos innecesarios o inapropiados y focalizando los recursos donde realmente se necesitan.
Entre las intervenciones preventivas disponibles, la higiene de manos se destaca como la medida más sencilla y a la vez más fundamental para evitar infecciones. Personas expertas en salud pública coinciden en que el correcto lavado de manos es la herramienta más eficaz para prevenir las IAAS en entornos médicos. Algo tan básico como frotar con agua y jabón (o desinfectante a base de alcohol) puede romper la cadena de transmisión de patógenos que causan neumonías, infecciones urinarias, sepsis y muchas otras amenazas para los pacientes. La evidencia internacional respalda esta afirmación: en todo el mundo, las campañas exitosas de higiene de manos se han asociado con reducciones significativas en las tasas de infecciones hospitalarias, disminuyendo a su vez la morbilidad (complicaciones) y la mortalidad de las y los pacientes. Además, la higiene de manos es una práctica de bajo costo y sencilla, pero que requiere constancia y cultura institucional para que todas las personas adopten de forma permanente (2). Esto implica contar con insumos suficientes (jabón, soluciones alcohólicas), educación continua al personal y recordatorios visibles para que nadie olvide lavarse las manos en los momentos clave de la atención (antes y después del contacto con la/el paciente, antes de procedimientos asépticos, etc.). Al fin y al cabo, lavarse las manos salva vidas, y es una acción en la que tanto el personal de salud como los propios pacientes y visitantes pueden contribuir directamente.
La participación activa de las y los pacientes, sus familiares, cuidadoras y cuidadores es otro componente esencial para mejorar la seguridad en la atención médica. Tradicionalmente, la seguridad de la o el paciente se consideraba responsabilidad exclusiva del personal sanitario, pero hoy sabemos que incluir al paciente como aliado y voz activa en su propio cuidado mejora notablemente los resultados. De hecho, la evidencia muestra que cuando a las y los pacientes se les trata como asociados en los cuidados que reciben, se logran avances significativos en la seguridad, la satisfacción y los desenlaces de salud. Las y los pacientes y sus familias, al convertirse en miembros activos del equipo de atención (por ejemplo, haciendo preguntas, corroborando que se sigan las medidas de higiene, comunicando síntomas o dudas), pueden contribuir a prevenir errores y detectar riesgos a tiempo. La OMS ha hecho un llamado a que todas las partes interesadas –autoridades, profesionales y sociedad civil– fomenten la implicación de las y los pacientes en las políticas y prácticas de seguridad del paciente (5). Esto incluye brindar información clara y comprensible, respetar los derechos del paciente, e incluso integrar las perspectivas de las y los usuarios de salud en la co-creación de estrategias de seguridad en hospitales y clínicas. Cuando pacientes y profesionales trabajan de la mano, la atención se vuelve más segura, humana y eficaz.
En este Día Mundial de la Seguridad de la y el Paciente, el mensaje es claro: la seguridad en la atención de la salud es tarea de todas y todos. Desde el personal directivo que implementa protocolos, pasando por el personal médico, enfermeras y enfermeros y todo el equipo sanitario que los ejecuta, hasta las y los pacientes y sus seres queridos que participan activamente en el cuidado, cada uno tiene un rol que desempeñar. Construir una cultura de seguridad requiere aprender de los errores, comunicar abiertamente los eventos adversos y, sobre todo, mantener el compromiso diario con las prácticas seguras. Cosas tan simples como lavarse las manos regularmente, verificar la identidad del paciente antes de un procedimiento, usar técnicas asépticas o escuchar las inquietudes del paciente pueden parecer pequeñas, pero marcan una gran diferencia en prevenir daños.
En palabras de las expertas y expertos: “Primero, no hacer daño” debe ser el principio básico que guíe cada acción en salud. Este 17 de septiembre renovemos nuestro compromiso con ese principio. Recordemos que detrás de cada número y estadística hay personas y familias cuya vida puede cambiar para bien si trabajamos juntos por la seguridad del paciente. Sigamos promoviendo una atención más segura, desde la sala de operaciones hasta el cuidado en casa, porque la seguridad del paciente comienza con cada uno de nosotros y nosotras.
Fuente:
- World Health Organization (WHO). Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2025: «Cuidados seguros para todos los recién nacidos y todos los niños». Evento conmemorativo del 17 de septiembre de 2025. https://www.who.int/news-room/events/detail/2025/09/17/default-calendar/world-patient-safety-day--17-september-2025--patient-safety-from-the-start
- Secretaría de Salud (México). Comunicado 538 - Correcto lavado de manos, herramienta eficaz para prevenir infecciones asociadas a la atención en salud. México: Secretaría de Salud; 2022: Boletín de prensa, Secretaría de Saludvertigopolitico.comvertigopolitico.com
- Secretaría de Salud (México), Dirección General de Epidemiología. Panorama epidemiológico de las IAAS, marzo 2025. México: Secretaría de Salud; 2025. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/1000044/Panorama_epidemiolo769_gico_de_las_IAAS_marzo_2025_31.05.205.pdf
- Astier P. 17 de septiembre, Día Mundial de la Seguridad del Paciente: mejorando el diagnóstico para la seguridad del paciente. semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) – Actualidad; 17 sept 2024: https://www.semfyc.es/actualidad/17-de-septiembre-dia-mundial-de-la-seguridad-del-paciente-mejorando-el-diagnostico-para-la-seguridad-del-paciente-
- Organización Mundial de la Salud. Seguridad del paciente – Notas descriptivas. OMS; 11 sept 2023: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/patient-safety
